viernes, 30 de octubre de 2009

sueños

sueños

Por que todos nuestros sueños se destruyen y solo algunos se cumplen?

párese como cuando éramos chicos que nuestros hermanos nos enseñaban

a haser casitas con las cartas y después destruían lo que tanto nos costo

armar. Los sueños son lo mismo tanto te cuestan armarlos y cuando mas

los queres se destruyen y casi nunca se cumplen.

martes, 13 de octubre de 2009

El caso del cadáver frente a la plaza.



Era una plaza grande y soleada, llena de palomas y perros vagabundos, con mucha gente que viene y va a tomar las distintas líneas de colectivos que paran justamente en las calles laterales de la plaza.
Una mañana los amigos Germán, Nina, Pipo y Ramón se encontraron en una de las esquinas por casualidad y lamentablemente descubrieron el cadáver de uno de sus amigos que estaba tirado sobre el cordón de la vereda.
Nina: ¡No! ¡Pobrecito! ¿Quién podría haber cometido semejante atrocidad?
Ramón: ¡Esto no queda acá!. ¡Debemos buscar al culpable! Veamos que pistas podemos encontrar cerca del cuerpo.
Pipo: ¡No! ¡Está lleno de sangre! ¡Me da miedo y es un asco! ¿Y si el asesino vuelve y nos mata a nosotros también?
Germán: ¡Calma amigos! No se desesperen, esto es más fácil de lo que se creen. Yo ya les puedo asegurar que el asesino no volverá a cometer un crimen semejante porque simplemente ha sido un accidente. Ha sido Walter el repartidor de Pizza.
Nina: ¿Pero como lo sabes? ¿Acaso has encontrado pistas que nosotros no vimos?
Pipo: ¡Oh! ¡Walter... me da miedo por su cara y sus anteojos...!
Germán: Exacto, hay pistas aquí a pocos pasos se puede ver la marca de la frenada de la rueda de la moto de3l repartidor y un poco más allá está la factura de la compra del cliente a quién le llevaba el pedido anoche y además se ve bien clara la mancha de salsa de tomate con queso y hasta la rodaja de longaniza que nos indica que llevaba una Pizza Calabresa, cuando con el apuro de llegar a horario y su falta de visión encontró de repente con nuestro amigo: Entonces se produjo el accidente donde atropelló y desafortunadamente le causó la muerte.
Ramón: ¡Eres un perro inteligente Germán! Ahora creo que es hora de buscar algo de comer. Ya llegaron los jubilados con las bandejas de sobras que nos traen todas las mañanas.
Y así los perros se retiraron del lugar del crimen, con las colas bajas. Pero como la vida continúa, al llegar junto a los jubilados movieron alegremente sus colas como si nada hubiera pasado. Fin.